Doctrinas de la Iglesia Apostólica Unida

  

 Para los Apostólicos, la Santa Biblia son las Sagradas Escrituras y las reconocemos como la única norma de fe y práctica.

Los Artículos de Fe de las Iglesias Apostólicas Unida Nacional de México, A.R. son:

 

I.-LAS SAGRADAS ECRITURAS.

La Santa Biblia fue escrita por hombres divinamente inspirados y es registro de la revelación que Dios hace de sí mismo al hombre, es un perfecto tesoro de instrucción divina.

El autor es Dios, su fin la salvación del hombre y su asunto es la verdad sin ninguna mezcla de error.

Revela los principios por los cuales Dios nos juzga; y por tanto es y será hasta el fin del mundo el verdadero centro de unión cristiana y la norma suprema por la cual toda la conducta humana, credos y opiniones religiosos serán juzgados.

El criterio por el cual la Biblia ha de ser interpretada es Cristo Jesús.

Éxodo 24:4; Deuteronomio 4:1-2; 17: 18-19; Josué 1:7; 8:34.

Salmos 19: 7-10; 119: 11; 105, 140; 2º Samuel 223:2; Proverbios 30:5. Isaías 40:8; Jeremías 15:16; 36:1-2; Mateo 5:17-18; 22:29.

Lucas 21: 33; 24:44-46; Juan 5:39, 16: 13:15; 17:17; 12:48.

Hechos 1:16; 17:11; Romanos 2:16; 15:4; 16:25-27; 2ª Timoteo 3:15-17. Hebreos 1:1-2; 4:12; 1ª Pedro 1:23-25; 2ª Pedro 1:19-21; Apocalipsis 22:18-19.

 

II.- EL VERDADERO DIOS. Hay un solo Dios viviente y verdadero.

Es un ser personal, inteligente y espiritual, el creador, redentor, conservador y gobernante del universo, es infinito en santidad y en todas las otras perfecciones.

A él debemos el amor más elevado, reverencia y obediencia.

El Dios eterno se nos revela él mismo como Padre, Hijo y Espíritu Santo, quien siendo él mismo, desempeña manifestaciones y oficios diferentes en la obras de la redención.

DIOS COMO PADRE.- Dios como Padre reina con cuidado providencial en su universo, en sus criaturas y en la corriente de los ríos de la historia humana según los propósitos de su gracia.

Él es todopoderoso, todo amor, todo sabio, es verdaderamente Padre de todos aquellos que llegan a ser hijos de él por medio de la fe en Cristo Jesús. El es paternal en su actitud con todos los hombres que han sido salvos.

Génesis 1:1; 2:7; 15:11-16; Levítico 22:2; Deuteronomio 6:4; 32:6; 1ª Crónicas 29:10; Salmo 19: 1-3; Isaías 43:3, 15; 64:8;

Jeremías 10:2-10; 17:13; Mateo 6:9-34; 7:11; 23:9; 28:19;

Marcos 1:9-11; Juan 4:24; 8:5-26; 14:6-11; 17:1-8; 1ª Corintios 8:6. Gálatas 4:6; Efesios 4:6; Colosenses 1:2, 12; 1ª Timoteo 1:17;  Hebreos 3:4; 11:6; 12:9; 1ª Pedro 1:17;

1ª Juan 5:7; Apocalipsis 4:8, 11. Hechos 1:7; Romanos 1:20; 8:14-16.

DIOS EN EL HIJO.- El es Dios y a la vez el Hijo de Dios.

En él existen dos naturalezas, divina y humana, (no es Dios hijo sino el hijo de Dios), (como Dios, es el mismo creador padre del universo).

En su encarnación como Jesucristo fue concebido del Espíritu Santo y nacido de la virgen María sin padre humano; Jesús reveló y cumplió plenamente la voluntad de Dios tomando sobre sí mismo las necesidades y las demandas de la naturaleza humana e identificándose completamente con la humanidad; y sin embargo, no tiene pecado.

El honró la ley divina con su obediencia personal y en su muerte en la cruz proveyó la redención del hombre, éste así quedó redimido del pecado.

Fue levantado de entre los muertos con su cuerpo glorificado y apareció a sus discípulos como la persona que había estado con ellos antes de que fuera a la diestra de Dios Padre, donde es el único mediador y tiene la naturaleza de Dios y del hombre.

Él volverá con poder y gloria para juzgar al mundo y para consumar su misión redentora.

El ahora mora en todos los creyentes como el Señor viviente y omnipotente.

Génesis 18:1; Salmo 2:7; 110:1; Isaías 7:14, 53;

Mateo 1:18-25; 3:17; 8:29; 11:27; 14:33; 16:16, 27; 17:5;

Marcos 1:1, 3:11; Lucas 1:35; 4:41; 24:46;

Juan 1:1-18, 29; 10:30, 38; 11:25-27; 12:44-50; 14:7-11; 16:15, 26-28; 17:1-5; 21, 22; 20:1-20, 28;

Hechos 1:9; 2:22-24; 7:55, 56; 9:4-5, 20;

Romanos 1:3 y 4; 3:23-26; 5:6-22; 8:1-3, 34; 10:1.

1ª Corintios 1:30; 2:2; 8:6; 15:1-8; 24:28; 2ª Corintios 5:18-21.

Gálatas 4, 5; Efesios 1:20; 3:11; 4:7-10; Filipenses 2:5-11;

Colosenses 1:13-22; 2:9; 1ª Tesalonicenses 4:14-18;

1ª Timoteo 2:5-6; 3:16; Tito 2:13-14.

Hebreos 1:1-2; 4:14, 15; 7:14-28; 9: 12-15; 23:28; 12:2;

1ª Pedro 2:21-25; 3:22; 1ª Juan 1:7-9; 3:2; 4:14,15; 5:9-12.

Apocalipsis 1:13-18; 5:9-14; 12:10, 11; 13:8; 19:16.

DIOS EL ESPIRITU SANTO

El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios.

(Dios mismo pero describiendo su esencia)

El inspiró a los santos hombres de la antigüedad que escribieron las Sagradas Escrituras,

(La Santa Biblia), mediante la iluminación de él, capacita a los hombres para que entiendan la verdad; exalta a Cristo, convence de pecado, de justicia y de juicio; llama a los hombres para que acudan al Salvador y efectúa la regeneración; cultiva el carácter cristiano, conforta a los creyentes y les otorga los dones espirituales con los cuales sirven a Dios por medio de su Iglesia.

El sella al creyente hasta el día de la redención final, su presencia en el cristianismo da la seguridad de que Dios conducirá al creyente hasta que éste adquiera la plenitud de la estatura de Cristo.

El ilumina y da poder al creyente y a la iglesia en la adoración, la evangelización y el servicio.

Génesis 1:2; Jueces 14:6; Job 26:13; Salmo 51:11; 139:7; Isaías 61:1-13; Joel 2:28-32; Mateo 1:18; 3:16; 4:1; 12:28-32; 28:19; Marcos 1:10-13.

Lucas 1:35; 4:1, 18, 19; 11:13; 24:49.

Juan 4:24; 14:16-17; 15:26; 16:7-15.

Hechos 1:8; 2:1-4, 38; 4:31; 5:3; 6:3; 7:55; 8:17,39; 10:44; 13:2; 15:28; 16:6; 19:1-6.

Romanos 8:9-11, 14, 16, 26, 27; 1ª Corintios 2:10-14; 3:16; 12:3-11. Gálatas 4:6;

Efesios 1:13, 14; 4:30; 5:18; 1ª Tesalonicenses 5:19.

1ª Timoteo 3:16; 4:1; 2ª Timoteo 1:14; 3:16; Hebreos 9:8,14.              

2ª Pedro 1:21; 1ª Juan 4:13; 5:16; Apocalipsis 1:10; 22:17.

 

III.- EL HOMBRE. Dios, por su acción directa creó al hombre a su propia imagen; por lo mismo este es la obra culminante de la creación efectuada por Dios.

En el principio el hombre era inocente de pecado y estaba investido de libre albedrío por su creador, por este libre albedrío el hombre pecó en contra de Dios e introdujo el pecado en la raza humana.

Mediante la tentación de Satanás, el hombre transgredió el mandamiento de Dios y perdió su inocencia original; por esto su posteridad heredó una naturaleza y un ambiente con tendencia a pecar y pronto quedó bajo la posibilidad de convertirse en transgresor de la Ley Divina y de sufrir la condenación.

Solamente la gracia de Dios puede hacer que el hombre vuelva a estar en santa comunión con Dios.

El carácter sagrado de la personalidad humana es evidente; porque Dios creó al hombre a su propia imagen y porque Cristo murió por el hombre;

por lo tanto, cada hombre posee dignidad y merece respeto y amor cristiano.

Génesis 1:26-30; 2:5,7; 18-22; 9:6; Salmo 1:1; 8:3-6; 32:1-5; 51:5.

Isaías 6:5; Jeremías 17:5; Mateo 16:26.

Romanos 1:19-32; 3:10-18; 5:6, 12, 19; 6:6; 7:14-25; 8:14-18, 29.

1ª Corintios 1:21-31; 15:19; 21, 22; Efesios 2:1-22; 3:1-11.

Hechos 17:26-31.

 

IV. LA SALVACIÓN ES POR LA GRACIA.

Creemos que la salvación de los pecadores:

• Es gratuita para todos por medio de la fe en Cristo: Efesios 2:5-8.

Romanos 3:24, 26; 5:1; Isaías 55:1.

• No depende de obras buenas que el hombre pueda hacer.- Tito 3:5.

Efesios 2:9,10; Gálatas 2:16.

• Y el único obstáculo para su salvación es la depravación inherente y rechazamiento voluntario de Cristo como el Único Salvador: Juan 3:19; 5:40; Romanos 1:28-29; 9:32.

• Rechazamiento que le acarrea condenación agravada.- Juan 3:18, 36.

Romanos 5:12; 6:23.

 

V. LA REGENERACIÓN

Creemos que la regeneración:

• Es un nuevo nacimiento y es obra del Espíritu Santo en el corazón del hombre.

• Consiste en dar una disposición santa a la mente.

• Se efectúa ésta en un modo que no está al alcance de nuestra comprensión, por el poder del Espíritu Santo y en conexión con la verdad divina.

• Consigue así que voluntariamente obedezcamos al evangelio.

• Su propia evidencia se revela en los santos frutos del arrepentimiento, la fe, y la vida nueva.

Juan 1:12, 13; 3:3, 6; Santiago 1:18.

Romanos 2:28, 29; Ezequiel 36:26; Deuteronomio 30:6.

1ª Corintios 2:12,14.

Juan 3:8; 1:13; Santiago 1:18; Efesios 1:13.

Efesios 5:10,17; Romanos 12:2.

Efesios 5:9; Mateo 7:20; 1ª Juan 5:4.

 

VI.- EL ARREPENTIMIENTO Y LA FE.

Creemos que el arrepentimiento y la fe:

• Son requisitos indispensables para la salvación. Lucas 13:3, 5;Marcos 1:15; Efesios 2:8; Juan 3:16, 18, 36.

• Que el arrepentimiento es hacia Dios y la fe es hacia Cristo Jesús y que están íntimamente relacionados. Hechos 20:20, 21; Mateo 21:32; Hebreos 6:1.

• Que son la obra del Espíritu Santo en el corazón. Ezequiel 18:31,32; Juan 16:8,9.

Efesios 4:21-24.

• Que por medio de ellos el pecador convicto, sinceramente contrito, vuelve a Dios y reconoce a Cristo como Salvador personal, mediador único y Rey. Isaías 55:7.

Hechos 16:30-31; Romanos 10:9-11; Gálatas 2:16.

 

VII.- LA JUSTIFICACIÓN

Creemos que la justificación es:

• El Gran bien que Cristo asegura a los que tengan fe: Juan 1:16; Hechos 13:39.

Romanos 5:1; Gálatas 2:16.

• Que incluye tal justificación el perdón del pecado, atribuyéndoles Dios la justicia de Cristo mediante la fe en él, no tomando en cuenta ninguna justicia que hubieran hecho. Romanos 3:24, 25; 4:5-8; Tito 3:5-7.

• Que los introduce a un estado altamente bienaventurado de paz y favor con Dios y hace nuestros ahora y para siempre todos los demás bienes que fueron necesarios. Hechos 10:42,43; Romanos: 4:23-25; 5:8-10.

 

VIII.- LA SANTIFICACIÓN

Creemos que la santificación es:

• El proceso por el cual conforme a la voluntad de Dios, somos hechos participantes de su santidad. 1ª. Tesalonicenses 4:3-7; 5:23; 2ª Corintios 7:1.

• Que es obra progresiva. Proverbios 4:18; Filipenses 1:6; 2ª Pedro 3:18.

• Cuyo principio está en la regeneración. Romanos 6:4; Efesios 2:10.

• Que se efectúa en el corazón de los creyentes por el poder y la presencia del Espíritu Santo, sello y consolador en el ejercicio continuo de los medios establecidos, particularmente la Palabra de Dios, el examen personal, abnegación, vigilancia, oración y cumplimiento de todo deber piadoso: Juan 14:16; 17:17-19; Efesios 4:30.

• Llegando a su perfección con la purificación de los cuerpos en la segunda venida de  Cristo. Efesios 1:13, 14; Romanos 8:23; 1ª. Corintios 15:51-54.

 

IX.- LA PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS

Todos los verdaderos creyentes perseverarán hasta el fin.

Aquellos a quienes el Señor ha aceptado en Cristo Jesús y ha santificado por su Espíritu Santo, jamás caerán del estado de gracia, sino que perseverarán hasta el fin.

Los creyentes pueden caer en pecado por negligencia y tentación, por lo cual contristan al Espíritu Santo, menoscaban sus virtudes y su bienestar espiritual, hacen que haya reproches para la causa de Cristo y juicios temporalmente adversos a ellos; sin embargo, ellos serán guardados por el poder de Dios, mediante la fe que produce la salvación.

Génesis 12:1-3;Éxodo 19:5-8; 1ª Samuel 8:4-7, 19, 22; Isaías 5:1-7; Jeremías 31:3

y siguientes; Mateo 16:18,19; 21: 28-45; 24:22, 31; 25:34; Lucas 1:68-79; 2:29-32. 19:41-44; 22:44-48.

Juan 1:12-14; 3:16; 5:24; 6:45,65; 10:27,28; 15:16; 17:6, 12, 17,18.

Hechos 20:32; Romanos 5:9,10;8:28-39;10:12-15;11:5-7,26-36.

1ª Corintios 1:2; 15:54-58; Efesios 1:4-23; 2:1-10; 3:1-11.

Colosenses 1:12-14; 2ª Tesalonicenses 2:13,14.  

2ª Timoteo 1:12; 2:10,19; Hebreos 11:39;12:2; 1ª Pedro 1:2-5, 13; 2:4-10.

1ª Juan 1:7-9; 2:19; 3:2.

 

X.- LA LEY Y EL EVANGELIO

Creemos que las Sagradas Escrituras enseñan:

• Que la Ley de Dios es la norma eterna e invariable de su gobierno moral. Romanos 3:31; Mateo 5:17; Romanos 3:20,21.

• Que es santa, justa y buena. Romanos 7:12; 7:7, 14; Salmo 119.

• Que la única causa de incapacidad de cumplir los preceptos de la Ley, que atribuyen las Sagradas Escrituras al hombre caído, es la naturaleza pecaminosa de éste.

Romanos 8:7,8; 7:16-23; 8:6-8.

• Que el objeto de los principios propuestos en el evangelio y también de los medios de gracia relacionados con el establecimiento de la Iglesia, es restituirnos mediante Cristo, el Intercesor, a la obediencia de la Santa Ley. Romanos 8:2-4; 1ª Timoteo 1:15.

Juan 14:16, 17, 26, 27.

 

XI.- UNA IGLESIA VERDADERA

Creemos que una Iglesia verdadera de Cristo es:

• Una congregación de creyentes en Cristo, bautizados después de una profesión de fe. Hechos 2:41, 42; Apocalipsis 1:4; 22:16.

• Que están unidos en las doctrinas del evangelio y comprometidos en mantener las ordenanzas conforme a las Escrituras. Hechos 14:22, 23; 20:6,7; Efesios 4:5,13.

• Que reconocen a Cristo como la única cabeza de la Iglesia y toman la Biblia como su única regla de fe y práctica. Mateo 28:20; Colosenses 1:18,19; 2:8-10; 1ª Corintios 11:23,24.

• Cuyos oficiales Bíblicos son pastor y diáconos. Filipenses 1:1; Hechos 6:3-6; 14:23.

 

XII.- EL BAUTISMO CRISTIANO

Creemos que el bautismo es la primera ordenanza y:

• Es la inmersión en agua del creyente en Cristo, efectuado por un administrador idóneo. Mateo 3:13-17; Hechos 8:36-39; 19: 3-5.

• Realizado en el nombre del Padre (Yhvh), del Hijo (Jesús; Yahoshua) y del Espíritu Santo (recibe el mismo nombre de Jesús),=Jesucristo, porque tal es el mandato.

Mateo 28:19; Hechos 2:38,39; 10:47, 48.

• Que es el símbolo de la sepultura del hombre viejo y resurrección del hombre nuevo en Cristo: Romanos 6:3-5; Colosenses 2:12; 2ª Corintios 5:17.

• Que es un requisito para ingresar a la iglesia y gozar de sus privilegios y responsabilidades. Romanos 6:4.

 

XIII.- LA CENA DEL SEÑOR

Creemos que la Cena del Señor es la segunda ordenanza y:

• Que consiste en dos especies que son pan sin levadura y vino, fruto de la vid, los que simbolizan respectivamente el cuerpo y la sangre de Cristo. Mateo 26:26-30.

Lucas 22:19,20; 1ª Corintios 11:26.

• Que los participantes deben ser creyentes bautizados, que tengan la misma doctrina y prácticas, y se celebra en la reunión de la iglesia. Hechos 2:41,42; 20:7.

1ª Corintios 11:18,26.

• Que la cena conmemora el sufrimiento y la muerte de Cristo hasta que él venga por segunda vez. 1ª Corintios 11:23, 26.

 

XIV.- EL DIA DEL SEÑOR

Creemos que:

• El séptimo día es el día de reposo del hijo de Dios. Juan 20:1,19; Hechos 20:7.

1ª Corintios 26:1,2; Éxodo 20:8; Hebreos 10:24,25.

• Absteniéndose de todo trabajo secular que no sea obra de misericordia o de absoluta necesidad. Isaías 58:13,14; Mateo 23: 8-12; Lucas 14:3-6.

• Preparándose para el descanso eterno que le espera al pueblo de Dios.

Hebreos 4:7-11; Hechos 13:44; Éxodo 20:10.

 

 

 

XV.- EL GOBIERNO CIVIL

Creemos que:

• El gobierno civil existe por disposición divina para los intereses y el buen orden de la sociedad humana. Romanos 13:1-7; Mateo 17:24-27; Juan 19:11.

• Y que por los magistrados debemos orar, honrándolos en conciencia y obedeciéndoles. Mateo 22:21; Tito 3:1; 1ª Pedro 2:13-17.

• Excepto en aquellas cosas que sean opuestas a la voluntad del Señor, único dueño de la conciencia y Príncipe de los reyes de la tierra. Hechos 4:18-20; 5:29; Apocalipsis 17:14.

• Y que debe haber independencia de acción entre el estado y la iglesia, siendo cada cual útil e importante en su lugar. Efesios 1:21-22: 1ª Timoteo 2:1-5.

 

XVI.- LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO

Creemos que:

• Cristo vendrá otra vez en forma personal y visible. Juan 14:2,3; Hechos 1:11.

Mateo 24:30; Apocalipsis 1:7.

• Llegará de improviso para los pecadores pero su verdadera iglesia estará apercibida. Mateo 24:36, 39, 42, 44; 25:13. También lo encontramos en las cartas de Tesalonicenses, y Pedro.

• Y que vendrá como juez porque el día de la salvación habrá pasado.

2ª Tesalonicenses 1:6-10; Judas 1:14,15; Apocalipsis 22:12.

 

XVII.- EL JUICIO FINAL

Creemos que:

• Cuando venga Cristo al mundo otra vez, se verificará el juicio, el que tiene por objeto premiar al hombre según sus obras. Mateo 16:27; 1ª Corintios 3:14.

Apocalipsis 20:12; 13; 22:2.

• Hará manifiesto su carácter verdadero y hará separación entre los redimidos y los perdidos. Mateo 25:32-34; 13: 41-43; Judas 1:15.

• Que todos comparecerán en el juicio. Mateo 25:31,32; 2ª Corintios 5:10; Romanos 14:10.

• Cada cual irá a su respectivo lugar. 2ª Tesalonicenses 1:6-10.

Apocalipsis 14:9.11; 20:13-15.

 

XVIII.- EL CIELO Y EL INFIERNO

Creemos que hay dos lugares en que los hombres habrán de morar después de esta vida:

• Los redimidos vivirán con Cristo en el Reino de los cielos después del milenio.

Juan 14:1-6; Mateo 25:34; Apocalipsis 7:9-15; 21:1-7

• Los perdidos existirán en el lago de fuego con el diablo y sus ángeles. Mateo 25:41,46; Lucas 16:22-24; Apocalipsis 14:10,11; 20:10; Filipenses 1:20-23.

• Tal existencia, sea en la gloria o sea en el lago de fuego, será eterno. Isaías 33:14,16; Daniel 12:2; Mateo 18:8; 25:46.

 

XIV. MAYORDOMIA

Creemos que Dios es la fuente de todas las bendiciones temporales y espirituales.

Todo lo que tenemos y lo que somos se lo debemos a él.

Los cristianos tienen una deuda espiritual con el mundo entero, un depósito santo en el evangelio y una impelente mayordomía de sus posesiones.

Por lo tanto, están bajo la obligación de servir a Dios con su tiempo, con sus talentos y con sus posesiones materiales; deben reconocer que todo esto les ha sido confiado a fin de usarlo para la honra y la gloria de Dios y para ayudar a otros.

De acuerdo con las Sagradas Escrituras, los cristianos deben contribuir, regular y sistemáticamente, de manera proporcional y liberal, para el extendimiento de la causa del Redentor en la tierra.

Génesis 14:20; Levítico 27:30-32; 1º Crónicas 16:29; Deuteronomio 8:18.

Proverbios 3: 9-10; Malaquías 3:8-12; Mateo 6:1-14; 19:21-23; 23; 25:14-29.

Lucas 12:16-21, 42;16:1-13; Hechos 2:44-47;5:1-11;17:24-25;20:35.

Romanos 6:6-22; 12:1,2; 1ª Corintios 4:1-2;6:19-20;16:1-4; 2ª Corintios 8:5,9,12,15; 2ª Corintios 9:7; Filipenses 4:10-19; 1ª Pedro 1:18-19.

             

  

 

 

Pastor Daniel Cervantes R.

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